Consejos para convertir al agente que vende tu casa en tu mejor aliado
Octubre 25 de 2021Vender una vivienda a través de un agente inmobiliario, en el menor tiempo posible y por el precio adecuado, requiere recibir el servicio de un buen profesional. Una relación con la persona encargada de vender la casa basada en la comunicación y la confianza en los conocimientos y la experiencia del agente redundará también en obtener el mejor resultado posible de la operación.
El rol del agente inmobiliario no se reduce a recibir las llamadas y gestionar las visitas de los posibles compradores, aunque en la concepción de muchos propietarios se limiten a esa labor: es un asesor y especialista en marketing inmobiliario, conocedor del mercado y de los trámites a realizar, que debería intervenir en cada parte del proceso de venta, desde el establecimiento del precio y la presentación del producto a su puesta en el mercado y el cierre de la venta.
Esta imagen equivocada del agente inmobiliario, que puede tener su origen en la actitud de agentes poco profesionales, puede ser un lastre en la relación entre propietario y vendedor, ya que a la vez que se minimiza el trabajo y la responsabilidad del agente en la venta, se resta autoridad a sus opiniones y recomendaciones.
Encontrar un agente inmobiliario que trabaje de forma profesional es el primer paso para poder entablar una relación fluida entre las dos partes. Aunque el propietario pueda decantarse por un agente que interfiera lo menos posible en sus expectativas de venta, es recomendable huir de aquellos vendedores que dicen al cliente lo que quiere oír, que no exponen al propietario los puntos débiles del inmueble o que no le aconsejan rebajar el precio cuando es necesario.
Factores como los anteriores, junto con la experiencia, que disponga de una estrategia de marketing para la venta de la casa y que se pueda establecer con él una buena comunicación y conexión son factores importantes a la hora de elegir al agente inmobiliario adecuado.
Saber escuchar
Partiendo de la base de que se cuenta con un profesional con conocimientos y experiencia, y teniendo en cuenta que el propietario tiene la última palabra en casi todos los aspectos del proceso, saber escuchar su consejo es clave para conseguir un resultado positivo en la venta.
Una de las primeras funciones del agente será analizar las ventajas e inconvenientes que presenta el inmueble de cara a su comercialización. Este estudio permitirá no solo comparar la vivienda con otras de la zona que también están en el mercado, sino detectar qué aspectos de la casa se podrán potenciar y ensalzar y cuáles otros pueden presentar un problema o es posible mejorar.
El agente inmobiliario puede ofrecer consejos de interés para preparar la vivienda de cara a la venta: qué pequeños desperfectos se deben reparar, qué decoración utilizar o cómo se pueden subrayar los puntos fuertes del inmueble son algunas recomendaciones que puede realizar y que conviene escuchar.
Pero, sin duda, el consejo que más cuesta al propietario aceptar es aquel que tiene que ver con el precio de venta óptimo de la casa. Vender un inmueble, cuando unen a él recuerdos y vivencias, tiene para el dueño un importante aspecto emocional; el mismo que habitualmente le lleva a pensar que su vivienda vale más de lo que el agente le sugiere.
Sin embargo, fijar un precio correcto es fundamental para conseguir vender el inmueble en tiempo, sin pasar por alto que un precio de venta demasiado elevado supone dar ventaja a las viviendas en venta que son competencia y, a la larga, puede suponer tener que rebajarlo más de lo que cabría esperar en un principio.
Compartir expectativas y experiencias
Del mismo modo que el agente debe ser transparente con el propietario en relación con lo que puede esperar de la venta de la casa, es necesario que el dueño del inmueble comparta con el vendedor sus expectativas. Aunque estas sean demasiado altas, esta información dará al agente una idea de lo que el cliente espera en cuanto a tiempos de venta, condiciones y precio, de modo que pueda acercarse a ellas lo máximo posible.
Esta comunicación es especialmente importante en un momento tan crucial del proceso como es la negociación, en la que el agente representa a su cliente, por lo que debe conocer perfectamente las líneas rojas que no se pueden pasar y aquellos aspectos en los que sí podrá ceder para llegar a un acuerdo.
El propietario dispone, además, de un conocimiento de las potencialidades y ventajas del inmueble que es importante que traslade al agente para que este pueda sacarle el máximo partido en la venta de la casa.
Fuente: Hoy
https://www.hoy.es/economia/vivienda/consejos-convertir-agente-20210905095432-ntrc